06 May Ozono vs Ionización del Aire
A raíz de la contingencia que se vive hoy en día, lo ideal es equiparse de recursos que ayuden a combatir aquello que daña o compromete nuestra salud. Adquirir un remedio que purifique el aire que se respira en el hogar y en el lugar de trabajo es una de las acciones con las que se puede comenzar.
Sin embargo, se debe realizar una decisión habiendo sopesado los pros y contras de cada una de las soluciones que existen en el mercado, ya que al final puede resultar incluso contraproducente.
Hay dos tipos de tecnologías que se pueden confundir entre ellas ya que pudiesen parecer similares:
El Ozono, es uno de los medios utilizados para purificar el aire, pero existen diversos estudios que indican que no es recomendable inhalarlo debido a los altos y tóxicos niveles de gas que producen. El Departamento para la Protección Ambiental de los EEUU ha publicado los efectos al exponerse a este, tales como: tos, irritación faríngea, dolor torácico, dificultad respiratoria, disminución de la función pulmonar, inflamación de la vía aérea, aumento de la reactividad bronquial, alergias respiratorias, mareos, nauseas, cefalea, entre otras. Si además se expone a un tiempo prolongado, puede hasta dañar las células de recubrimiento de las vías y espacios aéreos del pulmón y ocasionar una remodelación pulmonar. Estos aparatos no cuentan con ninguna certificación de seguridad en términos de exposición al gas.
La otra solución en purificación ambiental es la de Ionización del Aire, la cual se realiza a través de oxígeno ionizado resultando en una alta eficiencia de purificación biológica y orgánica. Tiene un bajo consumo energético, es eco-sustentable e inocua para la salud de las personas. Además, no usan agentes químicos, sino que, gracias a una reacción de reducción de óxido en el aire presente, elimina cualquier microorganismo patógeno. Esta tecnología ha sido probada y respaldada por organismos internacionales, es altamente recomendado para alérgicos, elimina olores de origen orgánico y elimina efectivamente hongos, bacterias y virus. Sus resultados son comprobados por más de 100 estudios científicos en diversos países del mundo.
En resumen, al momento de decidir por un aparato que modifique el aire que se respira, es mejor tomar en cuenta aquellos que estén avalados por estudios confiables y veraces.